
En el transcurso de una cena,
el Maestro oyó casualmente
cómo una actriz hablaba acerca de los horóscopos.
Se acercó a ella y le preguntó:
"¿No creerá usted en la astrología...?"
"Bueno...", respondió ella,
"yo creo en todo un poco".
El Maestro solía decirles: "Las mejores cosas de la vida no pueden lograrse por la fuerza". "Puedes obligar a comer, pero no puedes obligar a sentir hambre; puedes obligar a alguien a acostarse, pero no puedes obligar a dormir; puedes obligar a que te elogien, pero no puedes obligar a sentir admiración; puedes obligar a que te cuenten un secreto, pero no puedes obligar a inspirar confianza; puedes obligar a que te sirvan, pero no puedes obligar a que te amen.
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