
Un discípulo recién llegado
preguntó a otro con mayor experiencia:
"¿Por qué tengo la sensación
de que el vivir con el Maestro no me sirve de mucho?"
"Puede que sea porque
has venido a aprender su espiritualidad..."
"¿Y a qué demonios viniste tú,
si puede saberse?"
"A ver cómo se ataba las correas de sus sandalias".
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