
-de una discípula, concretamente-
irrumpió en el recinto donde se hallaba el Maestro
impartiendo su enseñanza.
Ignorando a todos los presentes,
el individuo le gritó a su hija:
"¡Has dejado una carrera universitaria
para sentarte a los pies de este loco!
¿Y qué es lo que te ha enseñado?"
La muchacha se levantó y,
con toda tranquilidad,
condujo a su padre afuera y le dijo:
"Estar con él me ha enseñado
lo que nunca podría enseñarme ninguna universidad:
a no tenerte miedo
ni dejarme impresionar por tu vergonzoso comportamiento".
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