
dijo el visitante. "Mi alma está corrompida por el mal...
¿Puedo tener alguna esperanza?"
"Sí", dijo el Maestro.
"Hay algo con lo que se repara cualquier cosa rota
y se limpia cualquier mancha".
"¿Y qué es?"
"El perdón".
"¿Y a quién he de perdonar?"
"A todos":
a la vida,
a Dios,
a tu prójimo...
y, sobre todo, a ti mismo".
"¿Y cómo se hace?"
"Comprendiendo que no hay que culpar a nadie",
dijo el Maestro, "A NADIE".
No hay comentarios:
Publicar un comentario