
"Sólo un imbécil dudaría en renunciar a todo
a cambio de la Verdad", dijo el Maestro.
Y contó la siguiente parábola:
En un pequeño país,
se descubrió que el subsuelo era
un inmenso yacimiento petrolífero.
Lógicamente, los que tenían tierras
se apresuraron a vender a las compañías petrolíferas,
a cambio de verdaderas fortunas,
hasta el último metro cuadrado.
Pero una anciana dama
se negaba en redondo a desprenderse de sus tierras.
Las ofertas alcanzaron cifras realmente astronómicas,
hasta que una compañía afirmó estar dispuesta
a aceptar el precio que ella quisiera.
Pero ella se mantuvo tan firme que un amigo suyo,
que no la comprendía, le preguntó la razón de su actitud.
Y la anciana respondió:
"¿No ves que, si vendo mis tierras,
perderé mi única fuente de ingresos?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario