
Un discípulo curioso le dijo al Maestro:
"Dinos una forma de saber
cuándo ha alcanzado uno la Iluminación".
Y dijo el Maestro:
"Aquí la tienes:
cuanto te sorprendas preguntándote a ti mismo:
´¿Soy yo quién está loco o es algún otro?´"
El Maestro solía decirles: "Las mejores cosas de la vida no pueden lograrse por la fuerza". "Puedes obligar a comer, pero no puedes obligar a sentir hambre; puedes obligar a alguien a acostarse, pero no puedes obligar a dormir; puedes obligar a que te elogien, pero no puedes obligar a sentir admiración; puedes obligar a que te cuenten un secreto, pero no puedes obligar a inspirar confianza; puedes obligar a que te sirvan, pero no puedes obligar a que te amen.
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